La crianza de los hijos para hacer frente a la presión de los compañeros comienza muy temprano en la vida. Más que nada, los niños que pueden hacer frente a la presión negativa de sus compañeros son personas resilientes con creencias y valores bien definidos. Niños como este no son simplemente el resultado de buenas estrategias de crianza, son el producto de familias sólidas con buena comunicación y valores claramente visibles. Los niños se convierten en lo que ven más que en lo que escuchan. Entonces, como padres, debemos asegurarnos de que el mensaje que les estamos dando a nuestros hijos sea coherente con nuestras propias vidas.
Se podría decir que la crianza de los hijos es una larga conversación con nuestros hijos. Cuando consideramos la influencia de los medios de comunicación en las normas sociales, debemos estar listos y dispuestos a conversar con nuestros hijos sobre lo que se nos presenta en la televisión, las revistas y los libros. Los niños fuertes saben lo que creen y por qué lo creen. Enseñar a nuestros hijos sobre las consecuencias de las acciones y decisiones es una forma de hacerlo. La publicidad televisiva está orientada a la venta de productos y nuestros hijos deben ser conscientes de que los anuncios de alimentos poco saludables son atractivos y seductores. Por eso quieren comer los productos anunciados. Sin embargo, las consecuencias de hacerlo con el tiempo pueden ser terribles para la salud. La aceptación moderna de la promiscuidad puede ser otro tema importante de conversación. ¿Qué pasa con el tabaco, el alcohol y la peor pesadilla de la mayoría de los padres: las drogas?
La crianza de los hijos comienza temprano, ya que enseñar a nuestros hijos a compartir y la diferencia entre el bien y el mal. A medida que nuestros niños pequeños se vuelven más conscientes y capaces de comprender los problemas más importantes de la vida, debemos hablarles sobre las claves para una vida feliz y exitosa, así como sobre los riesgos que existen en el mundo. Es importante recordar que estamos criando a nuestros hijos para que sean adultos. Por lo tanto, los valores que les enseñamos tienen que ser consistentes con lo que ven y tener sentido en términos de una visión integrada del mundo. Si hacemos esto, nuestros hijos no serán vulnerables a la presión de los compañeros porque tendrán creencias y valores personales que los guíen. Los valores sólidos actúan como una brújula en la vida.
Dicho esto, cuando nuestros hijos se enfrentan a presión de grupo ciertamente podemos ayudarlos a resistirlo. Una forma es ayudar a nuestros hijos a aprender a decir no en situaciones seguras. Por ejemplo, si un amigo quiere ver una película que nuestro hijo no quiere ver, puede practicar ser asertivo y decir “No, gracias. No es lo mío." Cuanto más asertivos puedan ser los niños y establezcan límites saludables, más capaces estarán de resistir la presión de sus compañeros. Si un niño está luchando con un problema particular de sus compañeros, anímelo a considerar todas las consecuencias si accede a la presión. Cuanto más aprendan los niños a tomar decisiones racionales, en lugar de emocionales, en situaciones con sus compañeros, más capaces estarán de resistir la presión negativa de sus compañeros.
Todos los niños desean pertenecer a un grupo y el poder de los compañeros puede ser positivo o negativo. Si educamos y guiamos a nuestros hijos desde una edad temprana para que aprecien el beneficio y la seguridad de los valores de nuestra familia, entonces podemos estar seguros de que (a pesar de los errores ocasionales) resistirán las malas influencias y tomarán buenas decisiones.
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