La responsabilidad es un rasgo emocional que la sociedad aprecia como confiabilidad y ayuda a una persona a controlar el flujo de eventos en su vida. Los niños aprenden a ser responsables tomando decisiones, completando tareas y perseverando aprendiendo los procedimientos. La base para una persona que puede asumir la carga de sus responsabilidades con madurez y con garbo comienza a una edad tan temprana como los 4 o 5 años.
by Dra. Caron Goode
La responsabilidad es un rasgo emocional que la sociedad aprecia como confiabilidad y ayuda a una persona a controlar el flujo de eventos en su vida. Los niños aprenden a ser responsables tomando decisiones, completando tareas y perseverando aprendiendo los procedimientos. La base para una persona que puede asumir la carga de sus responsabilidades con madurez y con garbo comienza a una edad tan temprana como los 4 o 5 años.
Para algunos puede parecer que la responsabilidad viene naturalmente a unos pocos. Sin embargo, en una mirada más cercana, puede apreciar que en ciertos casos, la responsabilidad recae sobre un individuo debido a situaciones circunstanciales. Hay muchos niños que crecen en un entorno difícil y se adaptan naturalmente a él siendo más responsables. Por ejemplo, un hijo de una madre soltera que trabaja sabe y entiende que su madre necesita ir a trabajar todos los días y desarrolla una responsabilidad por las tareas del hogar. Los tiempos difíciles ayudan a perfeccionar ese comportamiento responsable.
Sin embargo, no se puede dejar la formación en responsabilidad al azar y asumir que algunos eventos aseguran que el niño aprenda a ser una persona responsable. Uno debe brindar entrenamiento consciente en estas cualidades en el momento adecuado.
En las primeras etapas, cuando el niño no puede conceptualizar conceptos abstractos, asegúrese de ponerle un ejemplo perfecto. Haga esfuerzos deliberados para ser organizado. Pon tus cosas en su lugar después de volver de la oficina. Un niño que ve a su padre dejar los zapatos cerca del sofá hará exactamente eso cuando regrese de la escuela.
A medida que los niños completan ciertas tareas o modelan después de usted, enumere estos logros en una tabla de responsabilidad. La lista podría incluir tareas domésticas o podría ser el desarrollo de habilidades sociales como la cortesía o escuchar con respeto.
Con su hijo, establezca metas a corto plazo que podrían incluir hacer su cama o irse a dormir a tiempo. Supervisarlos durante la semana. El domingo podría ser el día designado cuando se revisen todos estos. La forma en que reconoce personalmente el comportamiento responsable de su hijo depende de su sistema de valores, y reconocerlos es importante para ambos.
Instruirlos sobre la necesidad de cuidar sus propios bienes materiales. En caso de que le resulte difícil hacer que sus hijos cuiden sus juguetes, déjelos enfrentar las consecuencias del comportamiento descuidado. No reemplace los juguetes que se han perdido inmediatamente. Tómese un tiempo libre y déjelos extrañar su bate de béisbol favorito. El vacío les hará ser conscientes de las consecuencias de sus actos.
En resumen, la construcción de acciones responsables comienza con el modelado de un comportamiento responsable en el hogar. Los niños saben que están siendo responsables cuando observa y reconoce sus acciones con aprecio. Queremos que nuestros hijos disfruten de la sensación de logro.
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